18 jul 2009

EL MALTRATADOR “CON CLASE” (ENTRADA PROGRAMADA)




En el imaginario colectivo, el maltratador es un hombre con gesto hosco, mirada torva, expresión cruel. En él, se percibe la violencia a flor de piel. La rudeza de su expresión parece corresponder a una persona con oficio manual y bajo nivel cultural. Eso nos parece cuando vemos su imagen en prensa o televisión. Tenemos en ella el vivo retrato de la miseria moral y de la degradación de una persona que ha destruido a otra.
La psicología de la gestalt nos enseña que percibimos un objeto, una situación o una persona a partir de un grupo de características. Estas características no son todas las que tiene el objeto en cuestión, pero nosotros necesitamos seleccionar un conjunto y formarnos una imagen coherente del “todo”. Así, cuando conocemos a alguien, su apariencia (un grupo de características) nos hace cerrar un juicio que con frecuencia es desacertado, y cuando recibimos un dato disonante, es muy posible que lo neguemos.
En los últimos tiempos va haciéndose visible un tipo de maltratador que tiene un perfil psicológico y social muy diferente al anterior. El nivel cultural ahora es alto, las formas son suaves y educadas. Puede ser profesor, empresario, diputado o pintor de cierto éxito. Se trata de un tipo con brillo social y profesional. No es un “pringado”, es un tipo con clase. Cualquiera que recibe el dato disonante de que es un maltratador reacciona con incredulidad. Su éxito social, su encanto personal, sus dotes de seductor, le sirven para quedar libre de toda sospecha y pulular impunemente en su medio, hasta el punto de que cuando la víctima se atreve a hablar a alguien de su tragedia personal (téngase en cuenta que se estima que sólo se denuncian un diez por ciento de los malos tratos), la incredulidad del interlocutor la hace a ella sospechosa de locura.
Este tipo, mucho más vil que el primero, maltrata a su víctima físicamente y completa su “trabajo” con una tortura psicológica aniquiladora para la víctima. Pero, si, por ventura, ésta consigue salir de ese infierno separándose, entonces el maltratador se convierte en acosador, imponiendo su odiosa presencia como forma de perpetuar la tortura. Si hay niños pequeños de por medio, miel sobre hojuelas para este tipejo despreciable, porque los utilizará como excusa para acceder a su exvíctima y seguir torturándola con su agobiante presencia, perpetuando así el repugnante recuerdo de las vivencias pasadas. Por otro lado, el fino trabajo que realiza para construir el personaje falso que representa le protege de la sospecha; ante vecinos y conocidos, puede llegar a pasar por ser un padre ejemplar que sufre por no poder ver a sus hijos lo suficiente y que se ve privado de poder cuidar de ellos. En realidad, sólo le interesa el acceso a la exvíctima para presionarla psicológicamente e impedirle que reconstruya su vida y alcance una felicidad que este miserable no puede soportar. Es difícil desenmascarar a estos canallas, pero no imposible.
ANTE LA PRIMERA SEÑAL
DE MALOS TRATOS LLAMA



Fuente:http://www.separadasydivorciadas.org
Pedro López López
pedrolopez@caelo.eubd.ucm.es

7 comentarios:

  1. Esta claro que no existe un perfil claro del maltratador, mi ex era encantador, adorable, el hombre que toda mamá quiere para su hija, pero en casa, de puertas para dentro, se quitaba su máscara para convertirse en un auténtico ogro.
    Excelente entrada para concienciarnos de que no es oro todo lo que reluce.
    Muchos besos Susana.

    ResponderEliminar
  2. El maltratador tiene tantas caras como podamos imaginar y las que no también. Seres que merecen el mayor de los desprecios-

    ResponderEliminar
  3. Es cierto, no se puede decir que haya un determinado y único "tipo" de maltratador, como tampoco de violador. Últimamente hemos visto casos de profesores, profesionales y personajes de destacada posición que se dedicaban a la prostitución infantil o están acusados de matar a sus esposas.Las razones son otras, no siempre se puede adjudicar a la fata de educación o a los abusos que ellos hayan padecido.


    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Buena entrada para incidir en la concienciación de las personas.

    Cualquier cosa que yo pudiera aportar ya lo han hecho las anteriores personas, así que me limitare a decirte que me llevo el enlace de separadas y divorciadas a un apartado que tengo en mi Blog sobre Orgs. interesantes, que voy recopilando por ahí.

    Besitos

    ResponderEliminar
  5. Hola Basi, siempre adelante amiga con tu invalorable labor de denunciar la violencia de género y el maltrato infantil... Estoy orgullosa de vos, amiga.
    Feliz día del amigo mañana!!
    Un beso grande!!

    ResponderEliminar
  6. http://porqueyolopiensoypunto.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar

Seria interesante saber tu opinión. Gracias.

Un bonsái no es un árbol que no crezca, es un árbol al que se le impide crecer, al que se le van podando ramas, cortando raíces, manipulando su crecimiento natural, a capricho absoluto de su cultivador. Pero al mismo tiempo, se va regando y cuidando con esmero para mantenerlo, porque el verdadero placer es que crezca bajo el control de sus manos y de su imaginación. Y así obtiene “su obra”. Es decir, la misma persona que va “destrozando” la planta es la misma persona que le permite que siga viva. Profesor psiquiatra forense Lorente Acosta (El efecto Bonsai)

..

LA ARMONÍA DEL SILENCIO, mi nuevo blog.

LA ARMONÍA DEL SILENCIO, mi nuevo blog.
A veces, me refugio aquí.
Related Posts with Thumbnails

DIFUNDE ESTOS BANNERS, GRACIAS