16 abr 2009

MALTRATADOR CERTERO,SUICIDA FRUSTRADO


Es fácil escuchar el comentario:
¿Y por qué no se quitaron la vida antes de matarlas?

El suicidio como acto libre, deliberado y personal, es una decisión que sólo quien la toma podría explicarla, circunstancia que únicamente podría darse cuando se tratase de una determinación consciente y fruto de madura reflexión. Es, por tanto, una decisión respetable, aunque a muchos repugna que la adopte el asesino justo después de haber asesinado, teniendo además en cuenta la propensión al mimetismo, a la imitación que esta clase de actos conlleva.

El energúmeno machista primero acaba con su compañera, o con toda la familia, a tiros, o a cuchilladas, o por ahorcamiento , y después se quita la vida. O al menos lo intenta, porque no siempre el suicidio del maltratador pasa de tentativa.

Por todo ello, de quien aquí se trata no es del suicida sin más, sino del asesino suicida.
Se trata de esos tres de cada diez hombres que asesinan a sus compañeras y, después de haber atentado contra los demás, atentan contra sí mismos.
Se trata de los maltratadores que, cumplida su función de exterminar a la persona amada/odiada, creen que ya pueden dar por finalizada su propia existencia pretendiendo que el público comprenda que se ha acabado su objetivo vital.
Pudiera ser que el asesino maltratador sufra una depresión instantánea y violentísima que le empuje a atentar contra su vida, pero parece más cierto que se deba a la incapacidad para enfrentarse a la sociedad después de lo que ha hecho. Hasta entonces, sus violencias, sus malos tratos, estaban ocultos tras las paredes del hogar. El asesinato hace que no pueda seguir ocultándose, porque todos a partir de ahora sabrán la clase de criminal que es.
Y esto le resulta insoportable.
Los otros, los que no dejaron la vida en el intento, pasado el trauma son capaces de arrastrarse por la vida con el peso de la muerte a cuestas.

No existe prácticamente ningún caso de arrepentimiento entre los hombres que matan a sus parejas . Incluso aunque en algún caso la defensa de los acusados llegue a solicitar que el arrepentimiento sea considerado como atenuante, casi nunca es posible. Nada en sus declaraciones ni en su actitud indica que se arrepientan.

Según el último informe elaborado por el Observatorio Estatal de la Violencia de Género, casi la mitad de los hombres (48,1%) que matan a una mujer, se suicida (20,8%), lo intenta (10,2%) o se entrega voluntariamente tras haber cometido el crímen (17'1%). El año pasado, todos estos porcentajes aumentaron: 17 homicidas se suicidaron (25%), 12 se entregaron voluntariamente (18,7%) y otros 10 agresores (un 15,2%) intentaron, dicen las estadísticas y las noticias, acabar con su vida.

Perfiles de los homicidas

La decisión que toma un homicida tras cometer el crimen depende de cómo percibe la violencia, pero también de cómo cree que la entenderá su entorno. El que está "muy integrado" socialmente y piensa que puede ser rechazado por lo que ha hecho, decide acabar con su propia vida "para evitar enfrentarse a su familia y amigos".
Sin embargo, aquellos que no tienen tantos referentes vitales y matan para "revindicar y confirmar" su comportamiento, se lesionan o se entregan voluntariamente "como último acto de refuerzo a toda su estrategia". De alguna manera, esperan ser "comprendidos o justificados".
Cuando los maltratadores llegan a matar no lo hacen por impulso, son crímenes premeditados. Toman la decisión de matar a su mujer en el momento que ven que la han perdido. Su crimen no es instrumental, no busca un beneficio. Es un crimen moral. Sólo quieren imponer su criterio, su forma de entender la identidad masculina.

Con el asesinato buscan reafirmar su posición, su identidad. No entienden los cambios en el papel de la mujer y no están dispuestos a aceptarlos. Se ve muy claro con un ejemplo: muchos de ellos se dirigen a su pareja, cuando discuten, en plural: 'Pero vosotras ¿qué os habeis creído?, dicen.

Por eso, es fundamental que los posibles agresores perciban que la sociedad les rechazará, que su entorno no les comprenderá ni sus allegados entenderán su comportamiento.

En 2004, año en el que se aprobó la Ley contra la Violencia de Género, el debate social sobre este tema se avivó, y la gente estaba "muy sensibilizada". En el 2008, muchos más homicidas se suicidaron. Sin embargo, fueron menos los que se entregaron a la policía o se autolesionaron, porque fueron menos los que entendieron que su crimen tenía justificación.

A la primera señal de malos tratos llama

6 comentarios:

  1. Hola Basi, estoy muy de acuerdo con lo que manifestas acerca del maltratador y el suicidio. LLegan a exterminar a toda la familia, y luego quitarse la vida. En otros casos que he visto horrorizada, matan a los hijos solamente, y de una forma tan cruel que no puedes creer que sea una persona. Y creo que lo hacen para después de muertos, seguir torturando psicológicamente a esa mujer que durante toda su vida, va a recordar la monstruosidad del acto, las imágenes de sus niños asesinados vilmente por el progenitor. Esos son los peores casos. Cuándo el maltratador toma revancha contra la víctima, llegando inclusive a matar a sus propios hijos.
    Esos casos me producen indignación, y pena por esos niños, cuyas vidas fueron cercenadas, y por esa madre, que su vida ya no es más vida, sino muerte después de arrancarle sus flores.
    Un beso grande, preciosa. Excelente entrada.

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  2. Hola Basileia, bueno eso quizas demuestra que no somos tan diferentes de los paises arabes, solo que alli las leyes favorecen a los hombres por ser los machos dominantes pero como todo el mundo siempre ay mas personas buenas que malas. Y los que matan por supuesto ya lo tienen pensado desde el primer momento que empiezan los maltratos,porque el corazon lo tienen carcomido de todo menos de amor una abraçada julio

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  3. P0DIA CENTRARRME EN EL MALTRATAD0R...PER0 L0 V0Y A HACER EN EL ASESIN0 SUICIDA 0 EN EL ASESIN0 QUE N0 SE SUICIDA...UNA S0LA VEZ, UNA, MI MENTE FUE MAS P0ER0SA QUE EL INSTINT0 DE SUPERVIVENCIA..MEN0S MAL QUE FUE P0R UN ISNTANTE QUE APENAS...SE ME HIZ0 TAN DUR0¡¡¡ PER0 MIRA, UNA DE LAS RAZ0NES P0R LAS QUE LAGENTE N0 SE VA DE AQUI,, P0R AS QUE N0 SE SUICIDA, AL MEN0S ASI L0 VE0 Y0, Y AHI INCLUS0 PUEDESMETER AL ASESIN0 D EMUJERES, ES P0R LA DEL INSTINT0 D SUPERVIVENCIA...AHHH, EL SUICIDA, CRE0 Y0, ESTA ENAJENAD0...ESE N0 ES SUICIDA..EL SUCIDA DE VERDAD, CRE0 Y0, ES LIBREEEE¡¡¡
    SALUD0S¡

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  4. Me puse como seguidora de nuevo, el mes pasado no salian mis actualizaciones y para solucionar el problema tuve que borra a todos y volver luego a agendarlos. Tenía tu blog de poesía pero veo que este se me escapó.
    Y en relidad vine a decirte lo útiles que me son estas lecturas, aunque duelen, aquí se aprenden muchas cosas, cosas que me fueron necesarias en la vida.Quería que lo sepas.
    GRACIAS ((::))

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  5. Muyatinado este artículo. Hace poco por aquí hubo variosdeestos casos, en losque los maltratadores, luego de golpear y matar a sus parejasy a los hijos de éstas,después deciden suicidarse. No creo que se arrepientan, creo más bien que su cobardía les impide asumir las consecuencias de lo que perfectamente saben que es un crimen y que lo acaban de cometer. Son más los hombres que piensan que su machismo será justificado por el resto de los hombres, quienes compartirán con él el argumento que la mala actirud de la mujer los "obligó" a matarlas. Su "honor" y "hombría" estaban en juego y eso los "nivela" moralmente antes los demás hombres.

    Un tema muy triste y actual, lamentablemente.


    un abrazo!
    P.d
    gracias por no dejar que tu convicción de jsuticiasea pisoteada por la irracinalidadde los censores

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  6. Que entrada más completa y lo que se puede decir de ella... Que se les pasará por la mente de esos salvajes para cometer tanta atrocidad.
    Gracias por seguir con tu lucha, eres un sol de mujer.
    Ángela

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Seria interesante saber tu opinión. Gracias.

Un bonsái no es un árbol que no crezca, es un árbol al que se le impide crecer, al que se le van podando ramas, cortando raíces, manipulando su crecimiento natural, a capricho absoluto de su cultivador. Pero al mismo tiempo, se va regando y cuidando con esmero para mantenerlo, porque el verdadero placer es que crezca bajo el control de sus manos y de su imaginación. Y así obtiene “su obra”. Es decir, la misma persona que va “destrozando” la planta es la misma persona que le permite que siga viva. Profesor psiquiatra forense Lorente Acosta (El efecto Bonsai)

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LA ARMONÍA DEL SILENCIO, mi nuevo blog.

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A veces, me refugio aquí.
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