11 mar 2011

¿CALLAS O GUARDAS SILENCIO?

¿Callamos o guardamos silencio?
Quizás (o muy probablemente) sea casi lo mismo.
Nos dicen que callar es no hablar, es guardar silencio.  
Silencio es no hablar, o falta de ruido.
Desde muy pequeños ya nos habituamos a callar,... nos lo enseñan,... o nos lo imponen, ...pero no así,  a guardar silencio, pues para éste menester, hay que saberlo hacer y sólo lo aprendemos con el paso del tiempo. 

Es un arte no sólo de los sabios.

Callamos por no ofender o molestar, callamos por ignorancia o para omitir información, hay veces que hasta callamos para "dejar pasar" a un ángel. Callamos por prisas y falta de tiempo, un gesto con la cabeza sirve para no-decir un hola y callamos en demasía para otorgar.

Guardar silencio es una continuidad a callar y como ya dije , hay que a cultivarlo. Pero hay un gran colectivo que a fuerza de golpes y abusos, lo llegan a dominar (por desgracia) casi a la perfección y me refiero a las mujeres y/u hombres víctimas de los malos tratos y sobre todo, a las víctimas del A.S.I.

El silencio es un terrible arma de doble filo y se mire por donde se mire, se coja por donde se coja, siempre, siempre nos termina lastimando.

Silencio, amigo de pensadores, sabios o poetas,  inspirador de monólogos con nuestra propia alma, lugar de descanso o escritura musical en forma de pausa.
Silencio, grandísimo enemigo de quien se refugia en él día tras día ,  por vergüenza, por miedo o  amenazas  de un abusador o maltratador que usa sus armas despiadadamente. Porque guardar silencio aquí no es callar, guardar silencio es más poderoso que las palabras ( o el callar), y es la única manera de poder  vivir despiertos en este mundo que nos tocó vivir.
Guardamos silencio para auto-protegernos de un pasado o un presente que nos lastima,  guardamos silencio por la incapacidad de confiar en nadie y guardamos silencio, simplemente porque sí, porque no sabemos hacer otra cosa.
Guardamos silencio para gritar desesperadamente todo aquello  que no sabemos manifestar de otra manera, aún a sabiendas, de que nadie lo podrá descifrar..
Hasta el silencio tiene su propio lenguaje, lo dice todo sin expresar nada, siendo el  fiel reflejo de los sentimientos que mantenemos escondidos tras corazas de platino.

Es hora de aprender a hablar 
cuando podemos sentir las palabras, 
es hora de aprender a callar, 
cuando sólo escupes las palabras,
y es hora de guardar silencio, 
 cuando lo haces sin cerrar tu corazón.

Ya lo dijo William Shakespeare:

Es mejor ser rey de tu silencio
que esclavo de tus palabras.

ANTE LA PRIMERA SEÑAL
DE MALOS TRATOS LLAMA

15 comentarios:

  1. El silencio es muy doloroso!

    ResponderEliminar
  2. Estupenda entrada Susana, con mucho de verdad.
    El problema es que la sociedad no esta abierta a sacar el maltrato de la vida humana, pasa de ello, de ahí el silencio y la falta de confianza del que lo sufre. Pero hay seres que sí están dispuestos a defender y ayudar lo que haga falta, porque entienden y lo ven. A ellos muchas gracias, es lo que debemos hacer Todos los que estén dispuestos de corazón porque sufren por ello, sufren por sus congéneres y su sufrimiento, porque saben que todo sufrimiento puede ser también suyo.
    Muchas gracias y recibe un gran abrazo de Luz.

    ResponderEliminar
  3. Hola Susana, la verdad es que es dificil saber cuando hay que hablar o callar para acertar de pleno.
    Cuantas veces hubiera sido mejor morderse la lengua y otras, no habersela mordido.

    Besitos

    ResponderEliminar
  4. Pues despues de leer esta entrada, me doy cuenta de las diferencias, mas cuando fui una mujer maltratada y yo siempre guarde silencio, ahora creo q callo solo ciertas cosas.
    Me gusto este escrito. ojala que ninguna victima siga guardando silencio y denuncie.

    un fuerte beso Susana

    ResponderEliminar
  5. Dicen que el que calla otorga,en este caso silencio y falta de palabras es lo mismo.
    jamás debemos callaos ante esto,jamás.
    Millones de besos corazón.
    Espero poder tomarme un café contigo.
    Cuídate un mundo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Por eso quienes vemos 'desde lejos' situaciones de maltrato, debemos denunciarlo y no guardar silencio porque nos convertimos en cómplices del maltratador (hablo en neutro).

    Te dejo mi abrazo solidario, Susana

    ResponderEliminar
  7. Hola Basileia,No todo el mundo es igual, hay personas faltos de seguridad en el abla, introvertidas, de espiritu devil, y por eso son sufridoras: y victimas faciles de los que se crecen haciendoles sus victimas.

    En el sermon de la montaña: encontrariamos ha muchas referencias de estas victimas, por eso el amor, pone ha donde hace falta, y da ha quien necesita: y nosotros somos los dueños, no de como somos: sino de lo que hacemos, si lo hacemos conscientes: y sin amenazas. Una abraçada

    ResponderEliminar
  8. Susana, me ha gustado bastante tu entrada.. el otro dia escuche una frase que decia algo asi como que cuando una mira mucho tiempo el abismo, el abismo termina mirandole a una.. Con esto que cuentas del silencio impuesto, aprendido por miedo, pena o cosas asi pasa algo parecido.. Terminas absorbida por un mundo silencioso y cerrado que termina asfixiandote.. Bonita entrada para reflexionar. Un beso calido

    ResponderEliminar
  9. quiero dejar constancia de mi paso por aqui y agradecer a quien creo este sitio, ojala existieran mas donde una puede sentirse NO sola.
    Gracias y que Dios les acompañe

    ResponderEliminar
  10. Gran post este reina, me recuerda a una Susana que conocí hace ya mucho tiempo.
    Cuando la devocion se convierte en obligacion, hay que sopesar las consecuencias y estas no suelen ser favorables para nadie, menos aun para una victima del ASI, hay que estar muy atentos de que esos niños nunca guarden silencio, y apoyarles al máximo.

    Espero que estes bien guapa y te estén mimando mucho.
    Besos

    ResponderEliminar
  11. Espero poder verte cualquier día.
    Millones de besos y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  12. Muy buena la entrada ,konfio ke estes bien y komo ta ha dejado celia eskrito te esten mimando..
    JL

    ResponderEliminar
  13. Gracias a todos por los comentarios y siento que a veces la publicación de ellos se demoren, tuve que hacerlo de esa manera para evitar ciertos comentarios denigrantes que van dejando en diversas entradas.

    GLAU, gran frase esa y con más verdad que un Santo, conozco bien esa sensación.

    MOR preciosa, en cuanto suba a Madrid ese café está echo.

    JL, de nuevo grata alegría al verte por aquí, ojalá hablemos pronto y te pueda contar. Un beso enorme.

    De nuevo gracias por vuestro paso por aquí.

    ResponderEliminar
  14. pero lo más triste, es hablar y que no te escuchen. Hablar y que no te hagan caso. Hablar, y que te hagan sentir culpable de todo. Hablar y que no sirva para nada...
    Bonito blOG. Justo publiqué una entrada sobre el día que decidí hablar y nadie me escuchó.
    Animo a hablar, de todas formas.

    ResponderEliminar
  15. ¿hasta cuando los humanos dejaremos de respetarnos, hasta cuando vamos a seguir pensando que el otro es nuestra posesion?
    Un maltratador es un ser despreciable que solo los que viven cerca (hijos, mujer, marido, padre, madre) saben como es, le conocen, conocen sus artimañas.Gracias por este blog, sigue contandonos cosas que veas por ahi.

    ResponderEliminar

Seria interesante saber tu opinión. Gracias.

Un bonsái no es un árbol que no crezca, es un árbol al que se le impide crecer, al que se le van podando ramas, cortando raíces, manipulando su crecimiento natural, a capricho absoluto de su cultivador. Pero al mismo tiempo, se va regando y cuidando con esmero para mantenerlo, porque el verdadero placer es que crezca bajo el control de sus manos y de su imaginación. Y así obtiene “su obra”. Es decir, la misma persona que va “destrozando” la planta es la misma persona que le permite que siga viva. Profesor psiquiatra forense Lorente Acosta (El efecto Bonsai)

..

LA ARMONÍA DEL SILENCIO, mi nuevo blog.

LA ARMONÍA DEL SILENCIO, mi nuevo blog.
A veces, me refugio aquí.
Related Posts with Thumbnails

DIFUNDE ESTOS BANNERS, GRACIAS