Mariposas en acción
La fuerza de los acontecimientos y el paulatino convencimiento, de parte de Minerva, de luchar para derrocar a Trujillo, consiguieron una transformación en su vida y por ende, en la de sus hermanas, Patria y María Teresa. Aunque biógrafas y biógrafos coinciden en destacar que de las tres, fue Minerva la que se puso a la delantera.
Con el nombre de “Mariposa”, Minerva entró de lleno al trabajo clandestino. Leandro Guzmán, esposo de María Teresa, recuerda hoy que Minerva no sólo se enfrentó a Trujillo, sino que llevó a la práctica su oposición, como principal gestora del Movimiento de Resistencia Interna, creado a pocos días del triunfo de Fidel Castro en Cuba.
La primera asamblea de constitución del nuevo movimiento se realizó el 10 de enero de 1960, en la Hacienda de Conrado Bogaert. En honor al sacrificio del grupo de rebeldes que formó parte de una expedición armada procedente de Cuba y que aplastada por la dictadura, el grupo decidió denominarse Movimiento Clandestino 14 de junio.
En esa asamblea clandestina, sólo estuvieron presentes dos mujeres, Minerva Mirabal y Dulce María Tejada Gómez. Y aunque Minerva es señalada como la iniciadora de ese movimiento, fue su marido, Manolo Tavares y su cuñado Leandro Guzmán, quienes formaron parte de la directiva. Días después, una delación llevó a los servicios secretos del régimen, informes sobre el grupo y los nombres de sus integrantes. Inmediatamente fueron encarcelados, Manolo Tavares, Leandro Guzmán, luego Minerva y más tarde su hermana María Teresa, entre otros.
Presencias nocturnas
Con los días, nuevas detenciones alarmaron a un sector de la clase alta dominicana. Los padres de la mayoría de los y las jóvenes encarcelados, tenían vínculos muy estrechos con Trujillo. Esta situación fue el caldo de cultivo que aceleró la caída del régimen. La intervención de la Iglesia Católica a través de una carta pastoral condenando estos hechos, también fue determinante.
Meses más tarde, el régimen desencadenó una de las etapas más represivas que llegó a extremos de locura, como la orden de asesinar a Rómulo Betancourt, presidente de Venezuela. En ese momento, el destino de las hermanas Mirabal quedó sellado. En alguna ocasión, Trujillo declararía que sus dos grandes problemas eran la Iglesia y las hermanas Mirabal.
Cuando Patria, Minerva y María Teresa regresaban luego de visitar a sus maridos encarcelados, fueron objeto de una emboscada por los esbirros del régimen. El hecho fue presentado como un “accidente”. Se supo más tarde que fueron muertas a garrotazos y que luego, sus cuerpos fueron colocados en el vehículo en que viajaban y precipitado al abismo.
“Por lo general, de noche, las oigo cuando me voy quedando dormida. A veces estoy en el borde mismo de la inconsciencia, esperando, como si su llegada fuera la señal para poder dormirme. El crujido de los pisos de madera, el rumor del viento en el jazmín, la profunda fragancia de la tierra, el canto de un gallo insomne. Sus suaves pasos de espíritu, tan indefinidos que podría confundirlos con mi propia respiración”. ( Adela, Dedé Mirabal, es la única sobreviviente de las hermanas Mirabal.)
Meses más tarde, el régimen desencadenó una de las etapas más represivas que llegó a extremos de locura, como la orden de asesinar a Rómulo Betancourt, presidente de Venezuela. En ese momento, el destino de las hermanas Mirabal quedó sellado. En alguna ocasión, Trujillo declararía que sus dos grandes problemas eran la Iglesia y las hermanas Mirabal.
Cuando Patria, Minerva y María Teresa regresaban luego de visitar a sus maridos encarcelados, fueron objeto de una emboscada por los esbirros del régimen. El hecho fue presentado como un “accidente”. Se supo más tarde que fueron muertas a garrotazos y que luego, sus cuerpos fueron colocados en el vehículo en que viajaban y precipitado al abismo.
“Por lo general, de noche, las oigo cuando me voy quedando dormida. A veces estoy en el borde mismo de la inconsciencia, esperando, como si su llegada fuera la señal para poder dormirme. El crujido de los pisos de madera, el rumor del viento en el jazmín, la profunda fragancia de la tierra, el canto de un gallo insomne. Sus suaves pasos de espíritu, tan indefinidos que podría confundirlos con mi propia respiración”. ( Adela, Dedé Mirabal, es la única sobreviviente de las hermanas Mirabal.)
... continuara...
Hola si pasaron por defender lo suyo muy interesante estos textos que nos dejas te sigo leyendo
ResponderEliminarun beso y feliz semana
Sigo con atención la historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Interesante está historia, espero la continuación, amiga.
ResponderEliminarMis besos y mil gracias siempre.
Excelente trabajo
SEGUIRE ATENTO A ESTA HISTORIA QUE MARCO UN ANTES Y UN DESPUES.
ResponderEliminarSALUDOS
Muy interesante tus textos, nos haces pasar unos minutos distraidos, gracias por compartirlos,
ResponderEliminarun placer leerte
Que tengas una bonita semana
un beso
RMC
Hermoso parrafo el de Adela, que contrasta con el horrible final de las hermanas. Que triste que tuvieran que morir de ese modo espantoso, sin siquiera darseles la posibilidad de algo parecido a un juicio. Cuanta cobardia en aquellos que hubieran tenido poder para hacer las cosas mucho mejor y con mas dignidad humana.
ResponderEliminarme esta gustando mucho esta historia, madame.
Feliz lunes festivo
Bisous
En lo personal, te agradezco enormemente el traernos estas historias de mujeres reales, que a pesar de condicions sociales y polìticas adversas, nodudaron ni por un segndo en elegir su papel, en decidir su destino....EL VALOR DE LA MUJER, mas que probado a travès de la historia...
ResponderEliminarsaludos cordiales
ERES UNA LUCHADORA A FAVOR DE LOS DERECHOS DE LA MUJER Y ESO TE HONRA..SEGUIRE LA HISTORIA DE A POQUITO.
ResponderEliminarBESOTES.MJ
Hola Basileia, menuda historia esta de las hermanas Mirabal.
ResponderEliminarEstare espectante para la segunda parte.
Un besazo
me encanta la historia mas que nada por que la mujer es igual que el hombre pero los hombres no lo reconocen
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