Nadie puede amar sus cadenas,
aunque sean de oro puro.
I. Heywood
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Un bonsái no es un árbol que no crezca, es un árbol al que se le impide crecer, al que se le van podando ramas, cortando raíces, manipulando su crecimiento natural, a capricho absoluto de su cultivador. Pero al mismo tiempo, se va regando y cuidando con esmero para mantenerlo, porque el verdadero placer es que crezca bajo el control de sus manos y de su imaginación. Y así obtiene “su obra”. Es decir, la misma persona que va “destrozando” la planta es la misma persona que le permite que siga viva.
Profesor psiquiatra forense Lorente Acosta (El efecto Bonsai)
LA ARMONÍA DEL SILENCIO, mi nuevo blog.
A veces, me refugio aquí.
DIFUNDE ESTOS BANNERS, GRACIAS
Muy cierta frase
ResponderEliminarun beso corazon
Bonita frase :)
ResponderEliminarUna gran verdad que no siempre se pone en práctica. Muchas son las mujeres que prefieren soportar las cadenas antes que sentirse solas y sin resguardo.
ResponderEliminarun abrazo!
Exacto, aunque haya personas que valoren el oro puro a raudales si lo hubiera, el sentir cadenas que aprisionan, nunca compensa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Basileia, ¡ay! esas cadenas que nos engañan al relucir tanto.
ResponderEliminarBesos
Que gran verdad!!
ResponderEliminarHola Basileia,hemos de encontrar estas cadenas: en la vondad, en la buena fe, con caracter devil,es una buena pieza para los depredadores;especialmente los lobos de buenas maneras.
ResponderEliminarLas cadenas: ahunque te deciste de ellas siempre dejan huella. una abraçada
Y sin embargo ocurre.
ResponderEliminarCeguera?
Besos.
lAS CADENAS SIEMPRE SON OPRESORAS AUNQUE ESTÉN HECHASDEL MATERIAL MÁS VALIOSO.ES HORA DE ENTENDER QUE ESO NOS ANULA COMO PERSONAS.
ResponderEliminarMI BESO LINDA.